miércoles, 2 de febrero de 2011

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La escritura apareció en mi vida como un rayo de luz en un día nublado. No recuerdo exactamente cómo fue, aunque admito que ese brillo ha formado parte de mi vida desde entonces, y sigue aquí en el día de hoy.
Al escribir, me he dejado llevar como si otra persona escribiera por mí. Al principio no era algo fluido, pero poco a poco el bolígrafo se convirtió en una extensión más de mi cuerpo (la cual, en ocasiones, parecía incluso independiente). Sin saberlo (y sin apenas darme cuenta), esa “extensión” me permitió sacar a flote cosas que no podía entender, cosas que me torturaban y me arañaban el pecho pretendiendo salir de éste con fuerza. Gracias a ello, he descubierto grandes pasiones que dormían en mi interior y esperaban ser despertadas, al igual que pensamientos abstractos que, poco a poco, han ido tomando forma.
Escribir me ha ayudado a conocerme. Y también me ha ayudado a conocer a gente magnífica.
Gente con la que he podido intercambiar versos, opiniones y sinceros momentos de reflexión. Personas con la sensibilidad tan a flor de piel, que las hojas donde se derraman quedan perfumadas con sus profundos sentimientos. Almas espléndidas que me han abierto el corazón y que han reservado un rinconcito para mis jóvenes pero firmes palabras.
A esas personas conocidas, gracias. Y a las que quedan por conocer... bienvenidas seáis.


Espero que la escritura siga despejándonos este nebuloso camino.

4 comentarios:

  1. ehorabuena, judith! aquí tienes un seguidor de tu blog que se rinde ante tu buen tino y mejor tinta.

    besazos,
    ò.

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  2. la escritura despeja, como una hacha, la maleza en la selva. kafka sostenía que debía ser el hacha que rasgara la superficie del mar helado. el mundo en el que vivimos es, para la mayoría de sus criaturas, un mar helado. los que tenemos el tiempo, la voluntad y el lujo, debemos empuñar el hacha.

    gracias, judith. sos fantástica.

    si te parece bien, abrí una lista de seguidores, así te tengo en mi constelación.

    un abrazo fuerte.

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  3. gracias, judith!

    gracias por abrirnos otra puerta detrás de la que hay poesía a raudales...

    la tuya y la de otros, la de los contemporáneos y los "clásicos", que ¿quién ha dicho que pueden aburrirnos?

    garcilaso, quevedo, lope...siguen bien vivos aunque pasen los siglos. son alucinantes.

    abrazos
    pepe

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  4. Gracias, Òscar. Eres la caña de España ;)

    Mariel, es un placer tenerte por aquí. Creo que todos coincidimos con Kafka... ya que tenemos ese hacha, no lo podemos soltar.
    Me parece genial flotar por tu constelación, y por supuesto, espero sinceramente que nos sigamos leyendo :)

    Gracias a ti por comentar, Pepe. Puede que haya gente que considere que esos clásicos son "aburridos", pero son la más pura esencia de la literatura.. y precisamente esos que has nombrado siguen más vivos que nadie aunque pasen los siglos, pues sus siglos fueron los más brillantes de la literatura castellana.
    Larga vida a los que escribieron, a los que escriben y a los que escribirán ;) (que, por muy lejos que estemos unos de otros.. tratamos casi los mismos temas, pero de una forma personal que se adapta a las diferentes épocas).


    ¡Un fuerte abrazo a los tres!

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