sábado, 12 de marzo de 2011

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Otra vez yo.
Cuánto me he echado de menos.

Sólo me he ausentado
unos años.
Después de divagar terriblemente
en el peso del espacio
y en su respectivo vacío,
me doy cuenta
de que aquí dentro
alguien ha removido algo.
Quizá esa pequeña manilla del reloj
que lo adelanta o lo atrasa todo.
Y yo sólo me había ausentado
unos años.

Otra vez yo,
pero qué diferente, de nuevo.
Nunca debí ausentarme
de todo aquello que ya estaba perdido.

Yo. Tan egoísta como siempre,
y siempre pensando en todo
menos en mí.
Yo. ¡Yo!
Sin máscara ni engaño en este baile.
¿No lo ves?
He vuelto para quedarme
y para llorar por todo aquello
que ya estaba perdido.

3 comentarios:

  1. Creo que es imposible encontrarse a una misma; cambiamos constantemene, aunque muchas veces no nos demos cuenta.

    Besos!

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  2. muy interesante, judith. la reflexión de potablava también.

    se trata de eso, entonces, celebrar el cambio!

    besos,
    ò.

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  3. Eso lo sé. Pero creo que no era eso a lo que me refería... (digo "creo", porque nunca estoy muy segura de lo que quiero decir al escribir).

    ¡Besos a ambos!

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