sólo soy algunas líneas
desordenadas.
Guardo un recuerdo tuyo
en algún bolsillo
(de esos que no se ven
pero que siempre
llevamos encima).
Guardo un recuerdo tuyo,
y créeme,
quisiera creer
que se me ha perdido.
Quisiera pensar
que alguien lo ha pisado,
que flota en algún charco
de rencores olvidados.
Aún así, siempre
llega algún viento
que lo devuelve.
Siempre hay una llama.
Una llama.
No tengo cuerpo,
soy levedad
si no te encuentro.
Soy tinta que fluye
y es vomitada en algún papel.
Tinta en tus manos,
nada más
(o un cuadro torcido,
desenfocado).
No lo tengo, no lo tengo,
soy tinta y un puñado
de recuerdos.
¿Recuerdas?
Cuando nuestras manos fueron una
supe que algún día
sería toda la tinta
concentrada en la línea
más dispar de las venas.
Cuando nuestras manos,
finalmente, fueron una,
todo eran estigmas
sangrantes de tinta.
Tengo cuatro puñales tuyos
en mi espalda.
Sangran si los espantas;
borbotones de tinta
y una espalda.
Pero no te preocupes;
no tengo cuerpo.
Me gustó mucho. El recuerdo y el olvido son temas de los que en ocasiones abuso, cuando escribo mis poesías.
ResponderEliminarEste poesía es una de mis favoritas.
Besos
Aun sin cuerpo hay puñaladas que atraviesan el corazón.
ResponderEliminar