jueves, 5 de noviembre de 2015

6.13

no me borres
no puedo encontrarme en esta marejada
entre rostros
que se deshacen
       -solo una sombra
              ahora -
no en este centro palpitante
en la punta de los dedos
un centro
       que no pertenece
un centro
      como un mar, un latido
              de mares

cuánto hablan de mí tus paredes
manos enredadas, versos
sin brazos, alientos
       como mares en sangre viva
              una esfera ardiendo en el punto, plomo
              mecido en ángulos sin espacio

vuelve a mí, recuerdo
porque estos cuerpos, soga perfecta
       de venas sin asfixia,
están un metro sobre el suelo
       pero cuánto del cielo
              dónde
                     el cielo, sino en ti
vuelve a mí, recuerdo
sin espacio otro,
para tomar esta rama
       (¿puedes olerla?)
tan cercana a mí
más cercana tú
       que mis sentidos

vuelve tan cerca de este pulso
negro como una noche
azabache en mano blanca y ajena
       tan cerca
para tomar esta rama
       (puedes olerla
              pero no
                     el fruto
       no)

devuelve la sucesión de poros
desentrañando la epidermis
-tirantes cayendo, marcas
rojas o
la curvatura de la espalda,
       quizá-
arranca de este cuello
los brazos del mar
reduciendo cada espacio
en su latido inmenso:
              no me borres

No hay comentarios:

Publicar un comentario