Dios, eres esta flor que mantengo en el centro
este verso inconcluso
la ausencia, señor
floreciendo
la nada entre mis dedos
la lápida sobre mis manos y su peso
su peso infinito haciendo carne el verbo
su ausencia infinita, señor
la flor de su silencio
la lápida sobre mis manos y su peso
su peso infinito haciendo carne el verbo
su ausencia infinita, señor
la flor de su silencio
cuando ya nada sostengo