la libertad puede encontrarse
donde haya crimen
contra uno mismo
en calles serpenteantes
de San Petersburgo
en habitaciones cutres
baratas y desordenadas
de Raskolnikov
en toques de verde en lo azul
y poca cosa más
donde suene el crimen
puedes encontrarte
para recibir el castigo
pero el tuyo
tu crimen
nunca será
del todo tuyo
mi ya no tan amigo Svidrigáilov
quizá hoy sí
puedas beber de mi sangre
de la reflexión concentrada
en estas manos
tan tuyas
tan mías
tan de todos
y en el frío
de mi rutina poco ortodoxa
mi asesinato furtivo
mi ya no tan amigo
interior
tumulto
vorágine
me llaman Rodia
cuando cometo el crimen
contra todas las cosas
pero nadie
impone un castigo
si el crimen soy yo
y soy
contra mí mismo
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