quizá equivocada
pero qué dulces mis errores en tu boca
qué gran torrente para tus venas
el gemido de mi muerte
equivocada desde un principio
no soy yo, o sí sea
¿quién eres tú ahora?
¿una ráfaga de sangre
en la cabeza?
quién eres tú
cuando te miro
y no te veo en tu carne
ni en la mía siquiera
los ojos tropezando en la luz que se derrama
¿quién eres, quién soy?
¿quiénes? cuando tú y yo
ya no somos tú y yo
aunque un día abrimos las mañanas
recibiendo su parto como un hoy
que no acabaría
en el hilo de nuestra espalda
equivocada, siempre equivocada
pero qué dulces mis errores
en tu garganta
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