domingo, 24 de noviembre de 2013

Y le llevaban plumas y flores...


"Con cada vez que te veo
nueva admiración me das,
y cuando te miro más,
aún más mirarte deseo.
Ojos hidrópicos creo
que mis ojos deben ser,
pues cuando es muerte el beber
beben más, y desta suerte,
viendo que el ver me da muerte
estoy muriendo por ver.
Pero véate yo y muera,
que no sé, rendido ya,
si el verte muerte me da,
el no verte qué me diera.
Fuera más que muerte fiera,
ira, rabia y dolor fuerte;
fuera muerte, desta suerte
su rigor ha ponderado,
pues dar vida a un desdichado
es dar a un dichoso muerte."

Pedro Calderón de la Barca


(Y ya no veo otra cosa...)

sábado, 23 de noviembre de 2013

Cabaret


"Willkommen, bienvenue, welcome! Fremde, étranger, stranger..."

jueves, 21 de noviembre de 2013

0.07

creyendo conocer la verdad
enredada en los hilos
del tiempo
máscara máscara máscara
brechas abiertas para la ficción
bajo la máscara

tengo tres años para santigüarme
he pecado de soberbia y
he guardado un milímetro de mi sangre
para teñir la cicatriz
que retumba en los oídos
de la máscara

en el agua y en el aire y
en la mente enterrada
árboles de materia perdida hunden sus raíces
en la superficie del rostro
en la superficie
del niño muerto y en sus pequeños ojos
de cristal fundido
en el agua y en el aire
el centímetro arrancado del rencor
para domar al árbol de manos que sujeta
cada una
de nuestras costillas

por encima
la infinita máscara del sueño
y todo ello
en eterna dualidad bajo la sombra del mundo
como un fruto podrido aferrado a la cáscara

y las uñas del amanecer
levantando la tierra
con la que intentamos enterrar
poco a poco
con nuestra piel
el teatro
de la máscara

martes, 19 de noviembre de 2013

23.59

cuando la vida parecía doblarse
y desdoblarse
y vomitar sin control

cuando la noche
me acuchillaba la garganta
para hacer más oscura
mi propia sombra

cuando era mi sombra
la que se desdoblaba
para acuchillarme
en un vómito eterno
que llenaba las manos y las encadenaba
a un árbol de mil brazos

en el momento exacto en que
la última de las arterias
encontró su repliegue
en mi hendidura

apareciste

Q/T


"Llegó cuando la luna, rojiza, se colgaba por el poniente.
Entró en la cueva sin ser sentido por los cuatro tamemes del séquito, los que habían hecho la serpiente y que estaban adorándola.
Acababan de sacrificar una paloma cuya sangre chisporroteaba aún en las brasas, junto con el copal. Un humo denso y perfumado invadía la cueva hasta emborrachar los sentidos. Estaban sentados y se movían rítmicamente, mientras se pinchaban las orejas para sangrarse y se pasaban cuerdas por la lengua. Las luces de las brasas hacían rojo el ambiente. La serpiente parecía moverse. Cantaban algo en común, en bajo susurro. Habíanle puesto ojos de obsidiana a la serpiente, que parecía mirar a todos. Los ojos brillaban como propios, como vivos.
Acatl no pudo separar los suyos de la serpiente. El humo del copal y el color de la sangre quemada inundaron sus sentidos. El ritmo del canto se le empezó también a pegar en el cuerpo y se postró. Empezó también a murmurar su intención.
Los tamemes lo vieron un gran rato, sin dejar de hacer lo que hacían. Acatl extendió sus manos y le pasaron agujas y cuerdas con las que también se torturó.
En verdad es el gemelo precioso susurró Acatl. Él nos unirá a todos. Él dará fuerza a Quetzalcóatl para que a todos nos haga fuertes y puros. Es su imagen, es como el eco de su madre, la que lo buscó desde los cielos cuando yo lo buscaba en la tierra y en el mar.
¡Sí! dijeron los tamemes. ¡Esta es la imagen que entendemos! ¡La otra está desnuda y seca! Es un árbol seco y triste, no tiene colores y a nada se parece. ¡Esta es la imagen gemela de Quetzalcóatl! Lo que él quiere y no lo sabe; lo que sabrá cuando se le quite la niebla de su mente; cuando recuerde su mundo y su origen."

Quetzalcóatl
(José López-Portillo)

lunes, 18 de noviembre de 2013

Hi ha una flor... em penso que m'ha domesticat...

"—Sou boniques, però sou buides —continuà dient—. Ningú no pot morir per vosaltres. Un que tot passant veiés la meva flor, la que jo tinc, de segur que la trobaria semblant a vosaltres. Però ella sola és més important que totes vosaltres, perquè és la que jo he regat. Perquè és la que jo he posat sota una campana. Perquè és la que jo he protegit amb el paravent. Perquè és aquella de la qual he mort les erugues (tret de dues o tres, per allò de les papallones). Perquè és la que jo mateix he sentit queixar-se, o vantar-se i fins de vegades callar. Puix que és la meva rosa.
I va tornar cap a la guineu.
—Adéu —digué.
—Adéu —digué la guineu—. Heus aquí el meu secret. És molt senzill: només hi veiem bé amb el cor. Tot el que és essencial és invisible als ulls.
—Tot el que és essencial és invisible als ulls —repetí el petit príncep per tal de recordar-se'n.
—És el temps que has perdut per la teva rosa, que l'ha feta tan important.
—És el temps que he perdut per la meva rosa... —féu el petit príncep per tal de recordar-se'n.
—Els homes han oblidat aquesta veritat —digué la guineu—. Però tu no l'oblidis. Et fas responsable per sempre més del que tu has domesticat. Ets responsable de la teva rosa.
—Sóc responsable de la meva rosa... —repetí el petit príncep, per tal de recordar-se'n."

Antoine de Saint-Exupéry


La meva rosa...

domingo, 17 de noviembre de 2013

Numbered and labelled

Me gustaría encontrar una grieta a través de la cual bucear hacia el sueño, un lugar blanco donde desprender el fino hilo de mi conciencia de la aguja de esta realidad fragmentada; el punto nítido, la pupila contraída en la que se sumerge la luz hasta cegar cada miserable resquicio de sombra diluida.
Estoy cansada de estar cansada y de alargar frases estúpidas con significados vacíos.
Cansada del árbol de manos que me aprieta las costillas.
Cansada, muy cansada. Pero hasta que llegue el olor del sueño a esta habitación, me conformaré con absorber la única luz que no me derrite las retinas.

Con ello, el descanso.

jueves, 7 de noviembre de 2013

Prólogo en el origen

Tezcatlipoca y Quetzalcóatl

"¡Omeyocan! Y me remontaré al lugar dos, donde sólo hay Vientos y Tinieblas, el Yoalli Ehecatl, donde se arremolina la quietud infinita, antes de la voluntad unitaria del Verbo.
Ya ahí. ¿Soy alguien yo? -digo en mi espíritu.
Ya ahí. ¿Soy éste que soy?
Antes del tiempo, en un punto sin espacio, en el ombligo donde revierten, en recíproco remolino oscuro, lo infinitamente grande en lo infinitamente pequeño; en el ombligo donde el Diverso se hace Universo, donde el Tloque Nahuaque es tempestad nocturna de todas las posibilidades; donde el Señor de la Noche, el Negro Tezcatlipoca, se niega, revienta en luz y nace el universo que quiere conformar Quetzalcóatl, el gemelo precioso, pluma en la escama. Repto y vuelo. Águila y serpiente.
Se crearon los soles.
Se crearon las plumas.
Se crearon los tigres.
Se crearon los cantos.
Empezó el dolor y ya latía la sangre.
"Yo soy el que Es" -dijo el Verbo.
"Yo sé lo que Soy" -dijo el hombre.
Y desde entonces, salió de las manos de su Creador y quedó bajo su propio cuidado.
Yoalli Ehecatl.
¡Viento y Tinieblas!"

Quetzalcóatl
(José López-Portillo)

miércoles, 6 de noviembre de 2013

28:06:42:12

"If the sky were to suddenly open up there would be no law, there would be no rule; there would only be you and your memories... the choices you've made and the people you've touched. The life that has been carved out from your subconscious is the only evidence by which you will be judged... by which you must judge yourself. Because when this world ends, there will only be you and him... and no one else."

Donnie Darko

domingo, 3 de noviembre de 2013

23:29



Observé cómo dormía durante toda la noche. A veces se giraba y respiraba algo más fuerte, con agitación, haciendo vibrar mi preocupación y mis ganas de abrazar su sueño. Inmediatamente buscaba mi brazo y, al encontrarlo, su respiración retomaba una tranquilidad que balanceaba lentamente su cuerpo con la delicadeza de una pluma que cae poco a poco, de forma pendular, dibujando pequeñas ondas en su caída. Otras veces me abrazaba con una sonrisa que iba relajándose hasta dejar su boca entreabierta y su gesto calmado. Recuerdo esas veces con especial cariño; me acercaba tanto a su pecho que sentía que podría atravesar su piel y quedarme allí, dentro de su calma. Durante todas esas ocasiones intenté besar su corazón como si este se tratara de agua para mi sed.
A lo largo de la noche no dejé de mirarla ni un solo segundo. Llené su mirada ausente de miradas mías que la buscaban más allá de la noche y de su estado de somnolencia, más allá de los segundos y del casi inexistente espacio que nos separaba. Me preguntaba con frecuencia si ella estaría pensando en mí en la alternancia de aquellos episodios nocturnos de giros y respiraciones que se dilataban y contraían tanto como yo pensaba en ella en la extensión de todo mi tiempo. Al no obtener una respuesta, opté por continuar acariciando su pelo, sus mejillas, sus hombros, sus párpados.
En una ocasión abrió los ojos. Brillaban. Pensé que ese brillo debía ser similar a la luz cegadora que nos acoge cuando abrimos los ojos por primera vez; una luz inmensa, infinita, pero amable y sosegada a la vez, como un abrazo dispuesto a permanecer ejerciendo la misma presión sobre nosotros durante toda su existencia. Después me dio los buenos días y volvió a entrar en un profundo sueño.
Observé cómo dormía durante toda la noche y cuando al fin llegó el verdadero "buenos días" recordé que yo todavía no había dormido, pero eso no era realmente importante.
No era para nada importante.

Comptine d'une autre été



Con la ventana del pecho abierta de par en par para acoger la luz del único sol que no exige sacrificios.