martes, 28 de febrero de 2012

Rosa blanca

El aroma es muerte y rosa fresca
danzando en la punta del alfiler;
las lágrimas disfrazan los rostros
con la melancolía de una magnolia marchita.
Pero no son vuestros rostros disfrazados
lo que yo esperaba, como tampoco
el peso de esa mano
quebrando tu tajo de rosa blanca.
No era lo que yo esperaba,
de verdad. No lo era.
Como el baile de la primavera
llega año tras año, abriendo las flores
y descubriendo ante el mundo
miles de facetas nuevas;
así de rápido llega el invierno
para cubrirlas de nieve, quebrar
sus pétalos, y dejar el alma
en la sombra más fría de la espiga.

Se pasa la vida en el parpadear de nuestros ojos,
casi cerrados ya, sin remedio...
sin remedio... que descansen los tuyos
y calle la mirada profunda de cien cantos silenciados,
silenciados sin remedio, como se silencia todo
bajo nuestros pasos.

1 comentario:

  1. Hoy un día realmente duro... descansa en paz, Rosa. Descansa en paz...

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