este latido rompiendo las aguas
de la noche inmensa
este latido, como
el besar de las venas,
siempre en flor
abriéndose en la marea de la sangre
y abierto ahora en ti,
rostro amado,
en los límites de tu carne
toma estas manos
tómalas, caricia eterna,
de luna sin sueño
has abierto todas las noches
todas en una, voz amada,
centro de mi centro, silencio
previo al parto del verbo
toma estas manos, amor,
hacia el lugar que les corresponde en tu pecho
y abre ahora tu pulso en el mío,
en el canto de cien mares
sin puerto
este latido rompiendo las aguas
-amor, mi amor, este latido-
de la noche inmensa
abarcando en su vaivén
-flor de mis venas, en ti abierta-
todos los espacios
este latido, como
el besar de la arteria,
ahora en tus labios
(y siempre en flor, canto adorado,
en la quietud de nuestro cuerpo
y nuestra noche, ambos
de sangre derramados)
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