tus manos de talco
cuando el cielo era solo una llama
perforada por la luz
allí tus manos
los días y las noches concentrados en el mismo punto
¿qué queda ahora
de aquella estructura sobre
la que todo se sostenía?
estoy rota, también
rota como ese cielo de cobre
donde la llama era una sola
ahora la noche como un rezo inmenso,
un profundo reposar de un mar sin límites, un mar
como un espejo,
reflejo sin bordes del incendio de entonces
cuando la llama era solo un cielo
perforado por la luz
ahora la noche un rezo
y en él tus manos
sosteniendo mi cuerpo
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