viernes, 5 de abril de 2013

Just to watch how it burns

Tengo un silencio apagado en la mano.
Mírame.
Soy cientos de silencios perdidos
donde la esperanza es un vacío
más profundo que la mirada.

Quería gritar.
Quería gritar y no ser vista,
romper el aire con la quietud
de las cosas que caen en su propia ausencia.
Quería ser y dejar de ser,
conocerme y olvidarme,
desaprender mi propia lengua
y hablar lo que no se oye.
Pero todas mis palabras
han dibujado su propio final;
todo lo que toco
ya no existe.

Los cuchillos danzan en el aire
y su brillo sobre mi cabeza
me lleva a desconfiar del sol;
a la luna no puedo ponerle nombre.
Gasto mis sueños para recuperar los días
y al final del camino
siempre
un puñado de silencios
que clavarse entre las costillas.

3 comentarios:

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  2. Y yo pensando: "vaya, qué poco ha tardado en arrepentirse..." :P
    Es toda una alegría que a alguien le guste este pequeño desastre. Muchas gracias, Alania.
    Nos leemos :)

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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