Siempre hay una bala sin calibre
entre mis sienes.
Todos tienen las manos
anochecidas en pólvora;
no hay culpables,
solo una voz
en esta pintura: el grito.
Un grito
que todo lo llene;
que todas las partes griten
y esa enorme boca
me devore
(or just in time).
«Fui a los bosques porque quería vivir a conciencia. Quería vivir a fondo y extraer todo el meollo a la vida; olvidar todo lo que no fuera la vida para no llegar a la muerte descubriendo que no había vivido.»
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