La distorsión del aire
y lo que no se menciona
estallando;
tres ranuras sin llave
y el coral de la memoria
sepultado
bajo el mar.
No sostengas la piedra ardiendo en tus manos.
Las hojas caerán
hasta que las retengas,
pero mi memoria seguirá intacta
después de todo;
algo tiene que caer
en los sistemas.
Me ahogo en las arenas
cuando caigo
y percibo
el regalo de mi muerte
sin mar;
ante el canto de ceniza de tu corazón
yo tengo apenas
estas manos para taparme.
Pero antes de que mire afuera
las manos cerrarán
el ciclo de la herida.
Hasta entonces
la sal debe esperar.
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