jueves, 31 de marzo de 2016
6.23
Mi lengua de humo torna en ella todo cuanto lame. Tomo tu cuerpo entre mis manos; las abro: nada.
Unidad en ella
"Cuerpo feliz que fluye entre mis manos,
rostro amado donde contemplo el mundo,
donde graciosos pájaros se copian fugitivos,
volando a la región donde nada se olvida.
Tu forma externa, diamante o rubí duro,
brillo de un sol que entre mis manos deslumbra,
cráter que me convoca con su música íntima,
con esa indescifrable llamada de tus dientes.
Muero porque me arrojo, porque quiero morir,
porque quiero vivir en el fuego, porque este aire de fuera
no es mío, sino el caliente aliento
que si me acerco quema y dora mis labios desde un fondo.
Deja, deja que mire, teñido del amor,
enrojecido el rostro por tu purpúrea vida,
deja que mire el hondo clamor de tus entrañas
donde muero y renuncio a vivir para siempre.
Quiero amor o la muerte, quiero morir del todo,
quiero ser tú, tu sangre, esa lava rugiente
que regando encerrada bellos miembros extremos
siente así los hermosos límites de la vida.
Este beso en tus labios como una lenta espina,
como un mar que voló hecho un espejo,
como el brillo de un ala,
es todavía unas manos, un repasar de tu crujiente pelo,
un crepitar de la luz vengadora,
luz o espada mortal que sobre mi cuello amenaza,
pero que nunca podrá destruir la unidad de este mundo."
Vicente Aleixandre
rostro amado donde contemplo el mundo,
donde graciosos pájaros se copian fugitivos,
volando a la región donde nada se olvida.
Tu forma externa, diamante o rubí duro,
brillo de un sol que entre mis manos deslumbra,
cráter que me convoca con su música íntima,
con esa indescifrable llamada de tus dientes.
Muero porque me arrojo, porque quiero morir,
porque quiero vivir en el fuego, porque este aire de fuera
no es mío, sino el caliente aliento
que si me acerco quema y dora mis labios desde un fondo.
Deja, deja que mire, teñido del amor,
enrojecido el rostro por tu purpúrea vida,
deja que mire el hondo clamor de tus entrañas
donde muero y renuncio a vivir para siempre.
Quiero amor o la muerte, quiero morir del todo,
quiero ser tú, tu sangre, esa lava rugiente
que regando encerrada bellos miembros extremos
siente así los hermosos límites de la vida.
Este beso en tus labios como una lenta espina,
como un mar que voló hecho un espejo,
como el brillo de un ala,
es todavía unas manos, un repasar de tu crujiente pelo,
un crepitar de la luz vengadora,
luz o espada mortal que sobre mi cuello amenaza,
pero que nunca podrá destruir la unidad de este mundo."
Vicente Aleixandre
[I know we're lost, but soon we'll be found]
miércoles, 30 de marzo de 2016
17.01
Me desperté entre delirios. Había pisado ya el extremo de la noche en el último recuerdo pendular de mi memoria; no podía ver más allá de la lentitud de aquella imagen en constante movimiento (izquierda, derecha, izquierda, derecha...). El nuevo día se me abrió como en pequeñas pulsiones dentro de las pupilas, y ya solo podía desear beberme la luz desde los ojos para no ver más. Para no ver. Entonces la mirada se cerró, y en ella solo formas blancas como abanicos informes desplegados una y otra vez; un dolor agudo atravesó mi columna hasta derrumbarla completamente.
- ¿Te duele aquí?
- No.
- ¿Y aquí? ¿Recuerdas lo que cantabas antes?
- Ahí algo. Long and lost.
- Tienes una espalda muy fina. Es preciosa. ¿Te lo han dicho alguna vez? Tan blanca, tan suave.
- Ni siquiera sé dónde estamos.
- Tranquila. ¿Aquí?
- Sí.
- ¿Sabes? Siempre imaginé que serías más pudorosa. Me dabas esa sensación.
- He dejado otra vez de ser pudorosa. No tengo motivos para serlo. Oye, aún no sé dónde estamos.
- ¿Se necesitan grandes motivos para algo así?
- Solo lo soy cuando alguien me gusta.
- ¿Y yo no te gusto?
- No.
- Vaya...
Pocas cosas más en mi cabeza: luces, preguntas, fuego empujando mis inamovibles sienes, dolor extendido en el cuerpo como una serpiente ardiendo tendida en la espalda, suplantando mi columna para vertebrarme sobre la inconsistencia de la llama. "¿Dónde estoy?"; el sol entrando por la ventana me estaba dejando ciega. Dolor en el fondo de los ojos y en los laterales de la cabeza. Quería gritar cientos de nombres, pero todo a mi alrededor bailaba aquella danza de mi cuerpo, excepto él mismo.
- Ahora tienes los ojos azules.
- Qué bien.
- ¿Estás enfadada? Oye, ya no escribes poesía. ¿Por qué has dejado de...?
- Porque no siento nada como para sacar poemas de ello.
- ¿Nada?
- Ni bueno ni malo. Nada.
- Pero escribes cosas hermosas...
- Bueno, que no sienta nada no significa que no haya cosas hermosas dentro de mí. Vámonos. Creo que ya es hora de acabar esta noche.
[but maybe not tonight]
0.01
Y ya solo puedo sentir la lengua del pecado lamiendo el frío mármol de mi cintura.
[it's a different kind of danger]
martes, 29 de marzo de 2016
0.43
Nos separa la luz. Apágala con tus manos, amor, hasta que de ellas se encienda, líquida de nuevo, la noche.
lunes, 28 de marzo de 2016
6.44
Desnuda tú, no tus palabras, para dar la bienvenida a la lengua de fuego del sol con tu piel; yo espero a que despiertes o te entreabras como la flor de tu boca. Pero tú no me ves, ojos en noche abierta; nunca mi mirada en la tuya derramándote de cielos las mañanas.
No me ves, no despiertas, pero tu respiración se me abre en la garganta para respirar de ti, voz o latido, porque no hay sueño ni silencio en el recuerdo.
No me ves, no despiertas, pero tu respiración se me abre en la garganta para respirar de ti, voz o latido, porque no hay sueño ni silencio en el recuerdo.
sábado, 26 de marzo de 2016
1.14
Pero no llegó.
La vida quedó sesgada y todo empezó de nuevo a partir del límite de los cortes. "Esto era lo que queríamos", repetíamos una y otra vez, como si las palabras, en su bucle infinito, pudieran dotar de significado a aquella vida que nos arrebatamos para florecerla en otro lugar, lejos de nosotros. "Esto era, esto era", repetíamos. Una vez, y otra. Y otra. Como si las palabras, siempre tan desgastadas, pudieran ser el suelo donde asentar nuestras nuevas raíces.
Entonces decidimos volver a esperar la lluvia.
La vida quedó sesgada y todo empezó de nuevo a partir del límite de los cortes. "Esto era lo que queríamos", repetíamos una y otra vez, como si las palabras, en su bucle infinito, pudieran dotar de significado a aquella vida que nos arrebatamos para florecerla en otro lugar, lejos de nosotros. "Esto era, esto era", repetíamos. Una vez, y otra. Y otra. Como si las palabras, siempre tan desgastadas, pudieran ser el suelo donde asentar nuestras nuevas raíces.
Entonces decidimos volver a esperar la lluvia.
viernes, 25 de marzo de 2016
0.05
Noche, te abres las venas en canal y tu susurro empaña en sal mis ojos. "Bebe"; palabra sola. Y mi boca, intuición entonces de tu desconocida forma, se abrió como la flor de tu sangre para mis labios.
Todos se habían ido ya; palabra y forma solas.
Bebí de ti y fui tú por un instante.
Todos se habían ido ya. Noche las dos; desvanecidas palabra y forma.
Todos se habían ido ya; palabra y forma solas.
Bebí de ti y fui tú por un instante.
Todos se habían ido ya. Noche las dos; desvanecidas palabra y forma.
jueves, 24 de marzo de 2016
miércoles, 23 de marzo de 2016
4.05
Mármol o piedra de luna, cuerpo al fin, mero desnacerse para nacer en sí la desnuda infinitud de la muerte.
Pero no: no vuelvas hoy a lamer en sal las grietas de mis manos, horror de la noche.
Pero no: no vuelvas hoy a lamer en sal las grietas de mis manos, horror de la noche.
martes, 22 de marzo de 2016
lunes, 21 de marzo de 2016
0.11 [but you never close the door]
Un dolor agudo atraviesa mi piel como el acero, derretido ahora en una boca sin fragua. Tus uñas me arrancan la noche de la espalda para verterla sobre el día, para no olvidar en el parto de la luz el útero primero donde golpearon las aguas. Cien pájaros escapan de mi boca, siendo ella y su canto uno en el límite de lo perceptible. Mírame: me intuyo en las formas que me amputas; siento los miembros arrebatados como si, aún míos, la vibración de su ausencia palpitara en mi propio pálpito.
Y en la noche que todavía se esconde entre las láminas de mi piel cesa el canto para abrirse la voz olorosa de las venas; ¿es esta tu forma de querer?
[what kind of man loves like this?]
domingo, 20 de marzo de 2016
El poeta pide a su amor que le escriba
"Amor de mis entrañas, viva muerte,
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte.
El aire es inmortal. La piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
Corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte.
Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas.
Llena pues de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura."
Federico García Lorca
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte.
El aire es inmortal. La piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
Corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte.
Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas.
Llena pues de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura."
Federico García Lorca
viernes, 18 de marzo de 2016
Blanco sobre centro blanco
Paso solo en la noche abierta; blanca, piedra de luna o manos en sombra para dar forma al canto, al centro donde me acomodo como útero para volver a crecer, a crecernos, a silencio. Pero te has muerto para siempre, blanca, piedra de luna.
Silencio.
Paso solo en la noche sola.
Silencio.
Paso solo en la noche sola.
jueves, 17 de marzo de 2016
0.47 [uncurling lifelines]
Y aunque la voz -agolpada en mi garganta, acaso útero en el que desnacerte-, cómo decirnos nuestra presencia si no encuentro en tu nombre ya más que aquel nombre al que perteneciste.
[and people just untie themselves]
miércoles, 16 de marzo de 2016
12.43
Respiro en tu mar y soy agua o aire conteniendo la blanca transparencia de tu cuerpo en el que no habitas ya tú, sino la oblicuidad del origen que devienes. Abres tu boca y me respiro en ti, pájaro o ala de voz, cuando la otra boca de la noche ha incendiado ya las oscuras orillas de tu cintura. Una palabra en ti, en mí que soy tú para mí entonces, donde la dureza de la noche retrocede sobrevivida; una palabra sola para ser solo sonido entonces, en mí, en ti o en la continuidad de nuestra prolongación sin nombre.
martes, 15 de marzo de 2016
Animal de fondo
«En fondo de aire» (dije) «estoy»,
(dije) «soy animal de fondo de aire» (sobre tierra),
ahora sobre mar; pasado, como el aire, por un sol
que es carbón allá arriba, mi fuera, y me ilumina
con su carbón el ámbito segundo destinado.
Pero tú, dios, también estás en este fondo
y a esta luz ves, venida de otro astro;
tú estás y eres
lo grande y lo pequeño que yo soy,
en una proporción que es ésta mía,
infinita hacia un fondo
que es el pozo sagrado de mí mismo.
Y en este pozo estabas antes tú
con la flor, con la golondrina, el toro
y el agua; con la aurora
en un llegar carmín de vida renovada;
con el poniente, en un huir de oro de gloria.
En este pozo diario estabas tú conmigo,
conmigo niño, joven, mayor, y yo me ahogaba
sin saberte, me ahogaba sin pensar en ti.
Este pozo que era, sólo y nada más ni menos,
que el centro de la tierra y de su vida.
Y tú eras en el pozo májico el destino
de todos los destinos de la sensualidad hermosa
que sabe que el gozar en plenitud
de conciencia amadora,
es la virtud mayor que nos trasciende.
Lo eras para hacerme pensar que tú eras tú,
para hacerme sentir que yo era tú,
para hacerme gozar que tú eras yo,
para hacerme gritar que yo era yo
en el fondo de aire en donde estoy,
donde soy animal de fondo de aire,
con alas que no vuelan en el aire,
que vuelan en la luz de la conciencia
mayor que todo el sueño
de eternidades e infinitos
que están después, sin más que ahora yo, del aire.
Juan Ramón Jiménez
(dije) «soy animal de fondo de aire» (sobre tierra),
ahora sobre mar; pasado, como el aire, por un sol
que es carbón allá arriba, mi fuera, y me ilumina
con su carbón el ámbito segundo destinado.
Pero tú, dios, también estás en este fondo
y a esta luz ves, venida de otro astro;
tú estás y eres
lo grande y lo pequeño que yo soy,
en una proporción que es ésta mía,
infinita hacia un fondo
que es el pozo sagrado de mí mismo.
Y en este pozo estabas antes tú
con la flor, con la golondrina, el toro
y el agua; con la aurora
en un llegar carmín de vida renovada;
con el poniente, en un huir de oro de gloria.
En este pozo diario estabas tú conmigo,
conmigo niño, joven, mayor, y yo me ahogaba
sin saberte, me ahogaba sin pensar en ti.
Este pozo que era, sólo y nada más ni menos,
que el centro de la tierra y de su vida.
Y tú eras en el pozo májico el destino
de todos los destinos de la sensualidad hermosa
que sabe que el gozar en plenitud
de conciencia amadora,
es la virtud mayor que nos trasciende.
Lo eras para hacerme pensar que tú eras tú,
para hacerme sentir que yo era tú,
para hacerme gozar que tú eras yo,
para hacerme gritar que yo era yo
en el fondo de aire en donde estoy,
donde soy animal de fondo de aire,
con alas que no vuelan en el aire,
que vuelan en la luz de la conciencia
mayor que todo el sueño
de eternidades e infinitos
que están después, sin más que ahora yo, del aire.
Juan Ramón Jiménez
lunes, 14 de marzo de 2016
16.57
Una gota de luz sería suficiente para adivinarte, cuerpo que das forma al cuerpo invertebrado del deseo; una sola gota para beber de mí la infinita marea de mi sed sin nombre. Y yo te pronuncié, amor; te articulé cuando la cáscara de las palabras no podía contenerte, siquiera en su concavidad tan tuya en cuyos huecos quizá los míos. Quizá. Pero allí solo cabía la sombra de mi intuirte, el contorno del espacio de tu ausencia.
Si solo una gota de luz abriera la mañana de la intuición y construyera tu cuerpo en mi vana sombra.
Si solo pudiera retener el instante de tu cuerpo.
Si solo una gota de luz abriera la mañana de la intuición y construyera tu cuerpo en mi vana sombra.
Si solo pudiera retener el instante de tu cuerpo.
domingo, 13 de marzo de 2016
16.25 [and gets louder and louder]
Pero tú adornas tu rabia con caricias que no comprendo, y la piel se me abre entonces como el corazón de las venas que rasgan con furia las paredes de su materia misma. Allí solo el doblar en el pecho; nada más. Alto. Alto. Más alto, anunciándose con muerte el palpitar de la vida. Alto: tu tacto como campanas vibrando sobre la piel asciende hasta llenar mi boca con el sonido de tus dedos; si no el tacto allí, quizá los pájaros de la sangre centelleando en la noche de los cuerpos, amor, amanezcan.
[as empty as that beating drum]
Gacela del amor imprevisto
"Nadie comprendía el perfume
de la oscura magnolia de tu vientre.
Nadie sabía que martirizabas
un colibrí de amor entre los dientes.
Mil caballitos persas se dormían
en la plaza con luna de tu frente,
mientras que yo enlazaba cuatro noches
tu cintura, enemiga de la nieve.
Entre yeso y jazmines, tu mirada
era un pálido ramo de simientes.
Yo busqué, para darte, por mi pecho
las letras de marfil que dicen siempre,
siempre, siempre: jardín de mi agonía,
tu cuerpo fugitivo para siempre,
la sangre de tus venas en mi boca,
tu boca ya sin luz para mi muerte."
Federico García Lorca
de la oscura magnolia de tu vientre.
Nadie sabía que martirizabas
un colibrí de amor entre los dientes.
Mil caballitos persas se dormían
en la plaza con luna de tu frente,
mientras que yo enlazaba cuatro noches
tu cintura, enemiga de la nieve.
Entre yeso y jazmines, tu mirada
era un pálido ramo de simientes.
Yo busqué, para darte, por mi pecho
las letras de marfil que dicen siempre,
siempre, siempre: jardín de mi agonía,
tu cuerpo fugitivo para siempre,
la sangre de tus venas en mi boca,
tu boca ya sin luz para mi muerte."
Federico García Lorca
sábado, 12 de marzo de 2016
viernes, 11 de marzo de 2016
0.59
'hasta que la muerte
nos separe' -raíz de alientos
abierta
en tu costado-,
y aunque no esa, otra muerte ya, amor
otra muerte ya
nos ha separado
nos separe' -raíz de alientos
abierta
en tu costado-,
y aunque no esa, otra muerte ya, amor
otra muerte ya
nos ha separado
[as if death itself was undone]
jueves, 10 de marzo de 2016
miércoles, 9 de marzo de 2016
4.46 (a)
incluso cuando la luz te alcanza y amanece en ti
hundiéndose en tu cuerpo el océano
de la mañana
incluso entonces
tu olor a noche abierta
martes, 8 de marzo de 2016
16.35
Incluso entre los brazos de la muerte, con su extraña desnudez en la mía, me pregunto: ¿qué pasará con mi sombra cuando llegue la noche?
lunes, 7 de marzo de 2016
23.29
abro mi sangre entre los brazos del mar y mis pies se arrastran
sobre las venas sagradas
del vino
(si solo pudieras ver, mientras me arranco tu piel,
solo ver, amor,
en lo que me has convertido)
sobre las venas sagradas
del vino
(si solo pudieras ver, mientras me arranco tu piel,
solo ver, amor,
en lo que me has convertido)
domingo, 6 de marzo de 2016
2.05 [it's not gonna hurt]
la lengua de tus manos en mi sangre
como lame el sol las piernas
de la mañana
(un precio demasiado bajo, cariño,
por degollarte con el amanecer
en el silencio
de mi garganta)
[oh, my reputation's kinda clouded with dirt]
viernes, 4 de marzo de 2016
0.40 (a)
Para encontrarme me esconderé en el único espejo que no pueda romperse.
Tu cuerpo de mujer llena el vacío y yo oigo su llenar, su ávido deseo de habitar cada espacio hasta colmar de sed los huecos y los líquidos depósitos de luz que se esconden entre las láminas infinitas de la piel. "Hermosa y terrible", susurras mientras me respiro en tu aliento. "Terrible".
Tu cuerpo de mujer llena el vacío y refleja en el delirio de su noche imágenes estáticas de tu deslizarte en lo inhabitado; yo me intuyo en la transparencia especular de los bordes de tu cuerpo. "Hermosa y...".
Entonces el silencio, y en la oscuridad de tu abismo las aguas, llenando con sus inquebrantables formas la forma de mis manos. Escondo mi rostro en ellas, cuerpo extraño en cientos de cuerpos desligados de toda materia, centro donde todo cesa y se reunifica en la pura vibración de la onda. "Hermosa y terrible", susurras, a penas canto de ave sin por qué; en las orillas de mi piel la marea y su reflejo como un canto otro, a lo lejos.
Nos bebo.
Cesa el canto y arde de nuevo, sonoro, el silencio.
jueves, 3 de marzo de 2016
1.18 (a)
solo un tallo de luz en el perfil de tu cuerpo;
en él, la voz inmóvil del deseo -flexible voz,
cóncava
ahora-, centro
desde el que me respiro para descender
(como sierpe o lengua
de musgo) a las nocturnas
orillas en hueco
de tus muslos
en él, la voz inmóvil del deseo -flexible voz,
cóncava
ahora-, centro
desde el que me respiro para descender
(como sierpe o lengua
de musgo) a las nocturnas
orillas en hueco
de tus muslos
miércoles, 2 de marzo de 2016
0.11 (a)
centro o vibración de su ausencia;
allí
el origen sin formas, apenas
concavidades,
descenso
al matérico fluir
de la transparencia sin nombre
de tu sexo
allí
el origen sin formas, apenas
concavidades,
descenso
al matérico fluir
de la transparencia sin nombre
de tu sexo
martes, 1 de marzo de 2016
0.23 (a)
En la noche que viste tu cuerpo vi formas centelleantes. Cantaste versos de otros labios y silbé, a lo lejos; un sonido agudo atravesó las oscuras aguas de tu piel y viniste a mí como viene el sol al parto de la mañana. Silbé de nuevo. Se abrieron tus ojos negros y tu cuerpo de mujer de entonces, materia previa al desligarse de sí misma, contorno de latidos besando constantemente los límites de la carne, siempre abierta. Mi sangre y sus líquidos pétalos empezaron a derramarse, como luz, entre tus manos. Me dijiste: "ven".
Fui. Se abrieron los cuerpos y, en ellos, formas centelleantes; formas en cuerpos sin forma.
Fui. Se abrieron los cuerpos y, en ellos, formas centelleantes; formas en cuerpos sin forma.
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