Todos nacemos rodeados de un círculo que siempre permanece abierto. Hay personas que se marchan de él, y en su lugar van entrando nuevas que calman, en parte, el dolor que la partida de las anteriores pudo causar.
Ese círculo nunca se cierra.
Y las heridas tampoco.
Las heridas sólo cicatrizan. Esa cicatriz es la marca, el estigma de la memoria. Las huellas de cada vida y cada muerte. Vida y muerte que hemos sido y que han sido los otros en nuestro círculo.
ResponderEliminarPero el círculo tiene poderes chamánicos. Maná que nos cura. Poderes curativos para que nuestra aesencia de energía pura permanezca intacta: para salvarnos de la única muerte posible.
me gusta la idea de "círculo abierto"
ResponderEliminarbesos,
ò.