No te lleves tu recuerdo.
Déjalo solo en mi pecho,
temblor de blanco cerezo
en el martirio de enero.
Me separa de los muertos
un muro de malos sueños.
Doy pena de lirio fresco
para un corazón de yeso.
Toda la noche, en el huerto
mis ojos, como dos perros.
Toda la noche, comiendo
los membrillos de veneno.
Algunas veces el viento
es un tulipán de miedo,
es un tulipán enfermo,
la madrugada de invierno.
Un muro de malos sueños
me separa de los muertos.
La niebla cubre en silencio
el valle gris de tu cuerpo.
Por el arco del encuentro
la cicuta está creciendo.
Pero deja tu recuerdo,
déjalo solo en mi pecho.
Federico García Lorca
Qué intensidad, qué fuerza, qué gran persona. Qué pena que la intolerancia y la ignorancia callaran una voz tan fuerte y sincera como la suya (al igual que la de muchísimos otros).
Hasta siempre, poeta.
Que descansen en paz todas las víctimas que perdieron la vida durante estos sucesos sin nombre (los cuales han demostado lo peor de los seres humanos).
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